Quien me conoce sabe perfectamente que soy “ateo gracias a dios”… Creo en un solo Dios, creador del Universo y de la Tierra… No creo en la institución llamada Iglesia y realmente me da lástima y pena que el hombre haya creado todo un “emporio” alrededor de la religión para vanagloriarse o incluso para sacar provecho propio…
Por tanto, tal vez muchos de ustedes consideren hasta “hipócrita” que me acerque a la religión para pedir por un apuro que en este momento me embarga y me llena de mucha tristeza, pero a la vez de mucha fortaleza para seguir adelante y luchar para que mi hermana salga de sus males y de sus enfermedades…
Ayer, al irme a Dormir, recé por mi hermana (Arce, “la monita”, adoración de mis adoraciones, compañera de batallas y proezas, musa de cada actividad que realizo diario) y le pedí a nuestro señor (Dios, Alá, Jesucristo, Jehová o como se haga llamar o crean ustedes que se llama… para mi simple y sencillamente es Dios) y le pedí que la cuidara y la protegiera mucho, que no me la dejara desamparada, que la guiara y que me la sacara adelante… Y al final, como ya acostumbro desde que me enteré de mi triste destino, le pedí que me guiara a mi también y que me hiciera saber, si es que podía y era su voluntad, que podía hacer yo para que ella resultara victoriosa en esta prueba que le impuso la vida.
Entre otras cosas, soñé con mi hermana y la soñé bien y estable, cosa que la verdad no me preocupó y hasta me reconfortó… Pero algo que me pareció sumamente increíble (mas porque, insisto, no soy nada religioso y porque soy totalmente “neófito” e “inculto” en cuestiones de religión) es que una voz (de entre tantas cosas que soñé ayer) me haya susurrado que “rezara a la Virgen de Nuestra Señora del Carmen”…
Me pareció increíble en primer lugar por que en mi vida había escuchado acerca de esa virgen (de verdad lo juro!… vaya, ni siquiera de boca de mi madre, que es la “mas religiosa”, si así se puede decir, de todos aquí en mi casa) y no he visto ningún programa religioso ni he visitado iglesia alguna en hace mucho, muchísimo tiempo… Por tanto me parece realmente increíble que me hayan susurrado que “le rezara a la Virgen” susodicha…
Cuando desperté, aún no tenía noticias de lo realmente grave que estaba mi hermana (en estos momentos que estoy escribiendo esto, al parecer mi hermana se encuentra muy delicada pero estable y, dios quiera, fuera de peligro “grave”), sin embargo me quedó el nombre grabado de la Virgen de Nuestra Señora del Carmen… aunque para ser franco, ajeno a mi religiosidad, no lo tome como “algo serio” y seguí mi día como cualquier otro.
No creo en “el destino” pero tampoco en las “casualidades”… Creo, como ya lo dije antes, en un solo Dios y creo en el famoso “más allá”… Y quiero suponer que algo o alguien quiere que me acoja a la Virgen antes mencionada.
Es por ello que escribo este Blog para elevar una oración a la Virgen de Nuestra Señora del Carmen, Patrona de los pescadores, las fuerzas armadas y los Comerciantes, Reina del Mar, excelentísima señora en cuestiones de amores. No se por qué ni me interesa saberlo… solo se que hoy en mis sueños alguien me la susurró y yo no haré caso omiso de ello…
Señora mía, Patrona de hoy en Adelante de este tu ciervo y tu fiel hijo: SALVA A MI HERMANA! Sálvala de todo mal, aléjala de cualquier daño y protégela y cuídala mucho! En verdad te la encargo Señora Mía! No haré promesas vanas, puesto que me parece estúpido decir “si me cumples esto, haré aquello”… Eso si me parecería hipócrita y me parece que no es lo que busca usted señora mía… Por algo en mis sueños fuiste mencionada y pase lo que pase estarás en mis oraciones de hoy en adelante y en mi mente y en mi corazón… Lo que si puedo prometerte es hacer el bien a todos mis hermanos en nombre tuyo y hacerte conocer por todos aquellos que yo conozco… Comienzo entonces escribiendo esta humilde entrada de Blog!.
Para quien quiera conocer a la, desde ya, Santa Patrona de este hijo descarriado, esta es su imagen:
Discúlpenme por esta entrada “atípica” de mi Blog y para todo aquel que llegue a ofenderse por ella… Pero simple y sencillamente no creo en las casualidades y si es deseo de “quien sabe que o quien” que yo sea su seguro seguidor de hoy en adelante, en ello me empeñaré.
Dedicado a ti, Santa Patrona de los Comerciantes, de los Pescadores, de las Fuerzas Armadas, de los Marineros y de las Cuestiones amorosas. Dedicado a ti, Santa Virgen de Nuestra Señora del Carmen.
