Ya tenía demasiado que no escribía en este espacio… Y escuchando mi Playlist, entre tantas canciones que tengo, algunas últimamente me ponen muy contento, otras me ponen muy triste, otras melancólico, otras tantas con muchas ganas de llorar, otras tantas con muchas ganas de reír… Pero hubo una que me caló hasta los huesos porque me sentí identificado con los tiempos actuales: Me parece que este mes fue aquel en el que cerré demasiados ciclos (tantos que estoy aturdido… tantos que aún no alcanzo a comprender y ni siquiera entender sus implicaciones… tantos que necesito tiempo para comprender que deje atrás).
Dice mi cuñado que siempre que escribo en este espacio es porque estoy deprimido o porque tengo algo que expresar. En esta ocasión no necesariamente estoy deprimido… un poco triste quizás: los tiempos difíciles creo que ya han pasado… Es momento de la reflexión y de comprender, como me dijera cierta persona el fin de semana pasado, “Por qué Adán Bonilla está en el estado que actualmente ostenta, por qué no puede avanzar y preguntarse si es momento de cambiar el patrón”… Odio que esa persona, que vaya que es alguien que no necesariamente estimo pero que sin embargo mucho me ha enseñado, tenga la razón… Por eso escribo estas líneas, para desahogarme y escribir cual es mi “Asignatura Pendiente”…
“Tengo ganas de no tener ganas” reza la canción que estoy escuchando en este momento… A veces Adán Bonilla se exige demasiado, se pide demasiado, que a veces lo veo al espejo y me dan ganas de gritarle “Heyy muchacho: Descansa un ratito!!… Es momento de tener ganas de no tenerlas”… Pero mi mente, mi forma de ser y mi manera de enfrentar mis problemas me orillan siempre a refugiarme en mi chamba, en mi escuela, en mis alumnos, en mis ocupaciones… Pero muy pocas veces le doy chance a Adán a refugiarme en si mismo, en pensar que hizo bien, que hizo mal, que puede mejorar, como puede mejorar, que necesita para caminar, pero sobre todo que es lo que hace falta para seguir adelante… Tengo ganas de no tener ganas, de levantarme un solo día y decir “Hoy es día libre: Al diablo todo! Me largo a pasar un solo día con el Chaparro, a llorar todo el día, a reír todo el día, a gritar todo el día, a caminar todo el día… a ser niño de nuevo, sin celular, sin estrés, sin miedo, con unos pesos en la bolsa y disfrutar de un día con él”… Es una de mis asignaturas pendientes, habrá que realizarla uno de estos días…
Mi asignatura pendiente es platicar conmigo mismo. De platicar con mis amigos. De platicar con mi familia. De platicar con las personas que me han ayudado. De platicar con los que me han dañado. Mi asignatura pendiente es reclamar, gritar, agradecer, quejarme, reprochar, recordar, señalar. Me parece que siempre he sentido la necesidad de no entrar en discusiones para no hacer enojar a los demás, a ser flexible en mis posturas para hacer sentir contentos a los demás, a ser menos exigente con los demás para exigirme a mi mismo la atención que no me doy. Es momento de cerrar ciclos, de terminar de una vez por todas todo aquello que me está hiriendo y realmente dejar atrás todo. Mi asignatura pendiente es bajarme del tren, dejar que se marche, esperar al siguiente, subirme y comenzar desde cero, en nueva ruta, en nuevo destino, meter solo las maletas necesarias y dejar entrar solo a las personas que compraron su boleto para compartir el viaje… Las que no compraron boleto, deberán quedarse en la estación, porque son aquellas que no están contempladas en el itinerario.
Mi asignatura pendiente es irme de vacaciones yo solo, sin nadie que me acompañe. Mi asignatura pendiente es encerrarme un fin de semana en una playa, en un hotel, en una ciudad perdida, en un pueblo, en una oficina… Vaya: estar completamente solo, sin celular, sin computadora, sin un libro, sin ningún distracto, confrontar a Adán Bonilla y preguntarle que le molesta, que le gusta, que camino quiere continuar, que personas deben quedarse atrás, quienes deben seguir en el camino, que proyecto debe seguir adelante, que proyecto debe dejar de ser parte de mi vida… Mi asignatura pendiente es demostrarle al chaparro que puede estar solo sin la sensación de incomodidad por estar consigo mismo.
Mi asignatura pendiente es pensar en los ciclos que cerré este mes. Pensar que pasó. Pensar que no todos son mis enemigos como lo pensé. Reflexionar sobre la manera en que puse pensamientos en las personas que no eran necesariamente las que emanaban de sus mentes. Cerrar con todo que me hizo reir, que me hizo llorar, que me hizo crecer, que me hizo madurar, que me hizo pensar, que me hizo cambiar tanto en 3 largos años. Lo que no me ha matado es porque me ha hecho mas fuerte: El reto es que el futuro me encuentre en excelente estado, me vea fuerte, se sienta orgulloso de mi y diga “Vaya: así que después de todo vienes solo, grande, fuerte, feliz y sin ataduras”…
Mi asignatura pendiente es re-encontrarme con mi pasado, hacerlo compatible con mi presente y configurar mi futuro. Mi asignatura pendiente es terminar el camino actual, quitar la piedra en vez de darle la vuelta… Y seguir caminando…
Mi asignatura pendiente se llama Adán Bonilla Chávez…
Dedicado a todos aquellos que siguen de pie. Dedicado a todas aquellas personas que han decidido comprar un boleto y seguir en el mismo vagón. Dedicado también a todas aquellas que se quedaron en la estación: Por algo se han quedado ahí y sus razones serán igual de válidas que las mías. Dedicado a un Chaparro que necesita reconstruirse, preguntarse que necesita reconfigurar. Dedicado a los que hemos decidido cambiar los muebles, en vez de solo barrer la casa.
