EL CAVERNÍCOLA MODERNO

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ADVERTENCIA!!

Esta entrada en particular NO es mía!!

Pero es tan buena que era necesario compartirla... Miri, con tu permiso TENGO QUE PONERLA! Pero si tu me dices que la quite, la quito... Ahí me avisas...

Léanla todas las nenas y regocijense... leámosla todos los nenes y meditemos: acaso no sería bueno y necesario evolucionar??

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Por Miriam Calvillo

He hecho un descubrimiento que tal vez nos interese a todas: es posible que exista un nuevo hombre moderno allá afuera. Antes de botarse de la risa piénsenlo por sólo un instánte (Caro no te rías). Es posible que algunos hombres hayan evolucionado también. Es posible, que esos que si valen la pena se están quedando con las que, según nostras, no han hecho méritos suficientes. Pero, ¿qué tienen esas, mediocres y sin aspiraciones, que a los hombres los vuelven locos y a nosotras también, pero de rabia? Tal vez, mucha más paciencia.

Aunque el proceso de la evolución masculina frente a la latente modernidad femenina es lento, algunos de ellos sí intentan al menos amoldarse a las reglas de interrelación de géneros que supone el siglo XXI. El hombre moderno. Ese ser medianamente evolucionado, es aquél que en medio de la cotidianidad de nuestras vidas de mujeres cosmopolitas, y aunque nos resistamos a creerlo, habita y convive con nosotras allá afuera uno que también ha cambiado. No mucho, la verdad. Pero ahí va!

Los hombres bien lidiados suelen ser más dóciles de lo que muchas pensamos. Lo que pasa es que nos acostumbramos tanto a rechazarlos y a combatirlos que ahora muchos de ellos no quieren esforzarse por estar con mujers como nosotras: tan inteligentes para algunas cosas, tan brutas para otras. Entonces, no es que con todos los que nos estamos enfrentando sean mentalmente impedidos, es que sienten que nuestra inteligencia por alguna razón que desconocen juega casi siempre en su contra.

Esto supone entonces un cambio radical de actitud de ellos hacia nosotras. Más aún, teniendo en cuenta que allá afuera siguen existiendo millones de mujeres que estarían dispuestas a fingir que sin ellos no les sería posible existir. Sí! la competencia es desleal.

Bueno, pero no los voy a defender, ni más faltaba. ¿Y quién ha dicho que la mujer moderna debe conformarse con el que le ofrece compañía pero que no está dispuesto a hacer el mínimo esfuerzo por nada más?¿Será entonces ése el mensaje erróneo que muchas mujeres exitosas estamos enviando sin saberlo? ¿Que de ellos lo único que nos sirve es su compañía porque aparentemente para nada más los necesitamos?

El tema, es que la mujer que los hombres idealizaron desde el colegio porque era la que ya conocían desde sus hogares no es la misma con la que deben enfrentarse ahora en la vida real, nadie nunca les enseñó ni los preparó psicológicamente para la mujer del siglo XXI. ¡Pobres!

En la Universidad ya empiezan a captar algunos el mensaje. Especialmente cuando el compañero que se sienta junto a él en clase de ingeniería mecánica responde al nombre de Hélia (mi amiga es mega inteligente) y saca mejores calificaciones que él. Hemos avanzando mucho chicas!. Nuestra ventaja radica más que nada en un recién adquirido poder de elegir. Bien o mal, ya ése es asunto de cada una pero que no se diga que todos los hombres son lo peor, porque estaríamos cometiendo un grave error de juicio, si lo hiciéramos, estaríamos discriminando a un sexo "cada vez menos fuerte". Y, lo más interesante, cada vez más dispuesto a serlo menos aún.

Algunos ya han alcanzado el punto máximo, que es admitir que también nos necesitan, que nos aceptan más modernas, independientes y con criterio propio y que para ello están dispuestos a sacrificar sus egos machistas. Entonces, nuestro objetivo militar y la única batalla que vale la pena librar es detectar a este tipo de hombre en medio de la horda de cretinos, que aún pululan allá afuera (misión en caso de que decidamos aceptarla).

Si bien es cierto que algunos hombres no tienen remedio y es mejor dejarles el camino libre para que le terminen amargando la vida a otra, la realidad es que mi propuesta de negociación se basa en una nueva corriente de seres humanos cuyas tendencias sociales los lleva a ser más honestos en cuanto a sus propias expectativas.

Aprendamos a escoger bien. "Pasemos de comer gelatina a comer mousse de chocolate"