Mazatlán: Que hermosas playas, que padre malecón, que bonitas mujeres, que mar tan peculiar, que recuerdos tan mas cálidos...
Escribo después de haber meditado ya bastante tiempo en este lugar, de haber descubierto nuevas cosas, de haberle echado coco...
4 Coronitas fueron testigos de mi lucidez mental... Mazatlán tiene una zona la cual es llamada Dorada, en donde se encuentran los lugares de moda, los hoteles mas finos y caros, los restaurantes, los bares, las discos... en fin, la Zona Dorada es un lugar de mucha infraestructura, de "bonita pinta", de una ciudad moderna... Pero esta no es el alma, pues esta sigue siendo el famoso "Mazatlán Viejo" y su malecón, del cual les he hablado ya en la entrada anterior.
Les platico lo anterior porque mi mente así está en estos momentos. Me encuentro ante el Adán Viejo, ese amigo que es el alma del loco que escribe estas líneas, pero que ahora está en proceso de construir su "zona dorada", aquella zona llena de vida, de luz, de infraestructura, de lujos... Pero que no necesariamente es el alma, sino el comfort. De mi depende cuidar que la Zona Dorada no se convierte en el eje, sino solo en el aliciente a seguir creciendo, a seguirme moviendo, a no olvidar la estructura vieja, reconstruida si, rehabilitada si, fortificada si, pero no deja de ser el viejo Adán... Un amigo muy querido que fue devastado pero no acabado y hoy se siente con unas ganas inmensas de seguir adelante, de no abdicar, de seguirle al pie de la lucha, de conseguir mas para si mismo y para quienes lo rodean en esta aventura llamada vida...
Ya le eché coco... y he clarificado muchas cosas. De nuevo el mar fue mi testigo mayor, mi amigo mas complaciente, mi motor en el pensamiento. Sus sonidos me envuelven, me encierran, me fuerzan a pensar en mi familia, en pensar en mis amigos, en pensar en mi futuro, en pensar en mi... Me fuerzan a pesar en lo que hice mal (vaya que he hecho mal) pero también en lo que he hecho bien (este cabrón que escribe por increíble que parezca ha hecho buenas acciones y sus amigos no lo dejaran mentir). Me obligan a voltear a atrás, a vislumbrar el camino recorrido, a recordar de que forma y tamaño fueron los obstáculos y memorizar como logré evadirlos por si me los vuelvo a encontrar adelante. Me orillan a curar las heridas. Pero solo voltee a ver y recordé... en esta ocasión nunca retrocedí y nunca me dirigí en dirección opuesta. Lo mejor es caminar hacia adelante, nunca hacia atrás.
Aquí sigo, pensando en que este cabrón es un hijo de la mala vida, pero que en el fondo es un niño tierno, un corderito metido en el traje de un lobo. Aquí estoy mas tierno pero no menos fuerte. He aprendido que debo conservar a ese niño que se asoma, debo preservar esa ternura que de vez en cuando me delata, pero a la vez sin dejar de ser fuerte, con la plena intención de no volverme vulnerable, con la razón y la sagacidad por delante como mis fuertes escudos; con la valentía, el corazón, el coraje y la fidelidad como mis inseparables compañeros.
Vengo hoy con el corazón en la mano y la cabeza en alto, muy orgulloso de mi mismo. Vengo hoy a presentarme: Mi nombre es Adán Bonilla Chávez, dueño de mi destino, terrateniente de mi corazón y mis pensamientos. Mi credencial mas fuerte son mis recuerdos y mi habilidad mas grande es escribir, pero mi fortaleza radica en no parar, en seguir la batalla, en nunca olvidarme de mis amigos, en seguir creciendo y no olvidarme de los que me acompañan. Yo soy Adán Bonilla y así me quiero... y así seguiré siendo...
Mazatlán, Mazatlán... todo y algo mas... mucho mas! A este hermoso lugar le debo muchas cosas y estoy seguro que voy a regresar... a su enorme hospitalidad y a sus paradisiacas playas les dedico esta entrada...
Dedicado a todos aquellos que se aman para poder amar a los demás. Dedicado a los que caminan sin claudicar ni abdicar. Dedicado a los que se reecuentran a si mismos y se reconquistan. Dedicado a mis amigos a los cuales no olvido. Dedicado a mi familia que es testigo de Adancito Bonilla...
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